La convocatoria desbordó todas las previsiones. A las 19,20h. hacía su entrada la Marcha desde Bembibre, con más de 3.000 trabajadores mineros, familiares y habitantes del Bierzo Alto. Pocos minutos después llegaba a Ponferrada la II Marcha Negra con cerca de 300 mineros y más de 4.000 vecinos de Toreno, Fabero, Villablino y todo el Alto Sil. Ambas han confluido en el desfile por unas calles plagadas de ciudadanos que han aplaudido y vitoreado el paso de la marcha, quizás la mayor registrada jamás en tierra berciana. Complicada labor contabilizar la gente que se sumaba a la comitiva, y la que hacía el pasillo en cada calle, pero a buen seguro más de 30.000 personas han convertido Ponferrada este jueves en una gran mina de galerías atestadas de manos aplaudiendo.
Diego Fernández //
Ya se están convirtiendo en himnos de todo el conflicto: "Si esto no se arregla, ¡Guerra; Guerra; Guerra!" y el "Santa Bárbara Bendita", no sólo mineros sino de toda una región del Sil que se resiste a lo que parece un intento de poner la puntilla al sector del que depende la economía de miles de familias bercianas.
La solidaridad demostrada este jueves a los mineros por la población ponferradina, agolpada a pie de calle como las márgenes de un río que componían más de 7.000 soldados gritando "guerra", dejan claro que la mina no sólo está en el subsuelo de esta Región, sino en la superficie de una pequeña conciencia minera, como heredada por una genética social por cada berciano. Y prueba de ello es el incontable número de personas que siguió la comitiva unificada de Bembibre-Alto Bierzo y la Marcha Negra de Toreno-Alto Sil. Miles de personas, y podría ser corto el número de 30.000 bercianos que de una manera u otra han puesto su grano de arena a esta gran marcha que se encaminará mañana hacia León.
Allí llegarán el día 29, fecha en la que esperan que los Comisarios de la UE aprueben el Real Decreto para incentivar el consumo de carbón autóctono en las centrales térmicas, la única solución para estabilizar el sector más allá de almacenamiento provisional y renegociación de fondos públicos cada mes desde hace un año. En la primavera de 2009 se eliminaba el anterior incentivo, y desde entonces las térmicas optaron por el carbón importado.
Un año de alargar la nómina un mes, porque quizás el siguiente, las empresas mineras aludían falta de liquidez.
Ahora ya sólo se les adeuda la nómina de agosto, pero sin el pronto incentivo para que las eléctricas vuelvan a consumir el carbón autóctono, sólo cabe esperar nuevas demoras del salario.
El grito hoy ha sido claro, la minería, El Bierzo, necesita un futuro estable y las familias mineras lo necesitan ya... y quizá la economía de toda la Comarca también.
Al paso por el campamento de los cuatro en huelga de hambre