Entradas
- Gómez Domingo ejerció de mantenedor del festival.
cebrones
El pintor Luis Gómez Domingo pregonó el Festival del Botillo de Turienzo Castañero ante dos centenares de comensales que conocieron en la noche del pasado sábado una nueva sensación que provoca el manjar rey de nuestra comarca del Bierzo; la erótica. Así al menos lo puso de manifiesto este artista de Teruel, que lleva más de tres décadas afincado en Ponferrada.
Gómez Domingo, que calificó al botillo como «una bomba gastronómica», deleitó a los asistentes con una comparativa de la erótica que puede producir la degustación del embutido y los recuerdos de pasiones pasadas.
«Todo empezó justo en el momento en el que lo vi en el plato, humeante y solemne, de un rojo pasión estremecedor, entre retador y cercano, majestuoso y altivo rodeado de su corte de huerta. En ese momento mi estómago entró en una excitación extraña que conmovió todo mi ser y trajo a mi mente el recuerdo de unos ojos verdes tan anhelados en mis años más tiernos», aseguraba Gómez Domingo señalando que «empezaba a sentir por el botillo, la misma sensación fatal y demoniaca que se siente por esa mujer que, aun sabiendo que te hará mucho daño no puedes evitar ir hacia ella».
Con estas manifestaciones del mantenedor del Botillo de Turienzo arrancaba definitivamente una completa velada festiva presentada por la presidenta del la Asociación Cultural, Rocío Fernández.
El Club Popular, que ha ido innovando en cada organización del Botillo, ha mantenido la tradición de ofrecer un obsequio a los comensales, en especial a las damas a las que este año obsequiaron con unos lapiceros personalizados, creados por la pintora y escritora Ana Cristina Pastrana. En Turienzo se mantiene también, ya como tradición, la participación de un monologuista que anime los tiempos del café, una actuación que se implantó hace cuatro años y que, de mano de Suso es una de las principales señas de la noche.
El festival ha estrenado este año una nave que se destinará a los actos que organiza El Club Popular. La celebración del sábado fue además doble, al sumarse al festival el concurso de carnaval con la aparición «por sorpresa» de un Santo Padre que procedió a la bendición de la nave
